En la literatura del management existen temas clásicos que perduran en el tiempo, pero existen otros que van sufriendo transformaciones importantes, el liderazgo es uno de esos temas que han cambiado profundamente porque está relacionado con la forma en la que dirigimos personas.

Hoy en día, existen organizaciones en las que conviven dos, tres o más generaciones diferentes, que tienen paradigmas diferentes sobre la forma de organizarse, dirigir, gestionar, medir liderar personas. Los de 50 y más piensan muy distinto de los jóvenes que tienen sus primeras incursiones en la vida laboral y eso nos obliga a tener una reflexión profunda sobre los esquemas tradicionales que explican en liderazgo en una organización y modificar algunas prácticas que nos permitan un ejercicio más eficaz.

¿Cuáles son los aspectos que más han cambiado respecto al ejercer el liderazgo respecto al pasado?

1. Autoridad-Colaboración

Anteriormente existía un liderazgo que estaba asociado con una figura que ejercía la autoridad, un líder que tomaba todas las decisiones y dirigía a los empleados desde una posición de poder.

Hoy se valora más un enfoque colaborativo donde la toma de decisiones es más compartida y se pone mayor énfasis lograr consensos que decisiones unilaterales.

2. Competencias técnicas-competencias blandas

Anteriormente el conocimiento técnico y la experiencia eran los factores más importantes para el desempeño de una labor

Hoy se valora más otras competencias relacionadas con la inteligencia emocional como son la empatía, la autoconciencia y la gestión de relaciones para lograr un liderazgo efectivo.

3. Foco en políticas y procedimientos-flexibilidad

Anteriormente se seguían políticas y procedimientos que aseguraban en el tiempo el desempeño de las personas.

Actualmente se necesitan las políticas y los procedimientos, pero se valora la flexibilidad para actualizar lo que se requiera para mantenerse vigente de cara a los clientes.

4. Rentabilidad-bienestar y responsabilidad social

Las empresas de negocios están para generar riqueza, pero anteriormente la rentabilidad se privilegiaba sobre cualquier otro factor.

Actualmente la preocupación por la persona, por su bienestar, así la sustentabilidad del entorno en todas sus perspectivas, como son el medio ambiente y el impacto social en las comunidades donde se encuentran, se han vuelto factores al mismo nivel de relevancia que la rentabilidad.

5. Trabajo presencial-trabajo remoto

Anteriormente, el control que ejercía a través de la presencialidad, con un horario rígido y políticas que marcaban la pauta de la convivencia.

Actualmente, después de la pandemia, el trabajo remoto se hizo necesario, y al regresar a la presencialidad, descubrimos que la virtualidad tiene muchas ventajas, pero que necesita ser gestionada de forma distinta y en algunos casos, los esquemas híbridos han sido la mejor alternativa

6. Uniformidad-Diversidad

Anteriormente se buscaba la uniformidad en los perfiles de los colaboradores favoreciendo el pensamiento único y una forma de hacer las cosas.

Actualmente se ha comprobado que la diversidad de origen y pensamiento favorece y enriquece la forma en la que las empresas trabajan construyendo más valor.

Todos esos factores obligan a un liderazgo diferente que logre esas nuevas características que requiere nuestro tiempo: Colaboración-empatía-flexibilidad-bienestar-sustentabilidad-virtualidad y diversidad. Se requiere unas bases diferentes que permitan que esas características se puedan armonizar.

Este nuevo liderazgo requiere, desde mi punto de vista 4 factores que podrían ser nuevos pilares para lograr un esquema para dirigir e inspirar personas que funcione mejor y que tenga más posibilidades de éxito.

A. Metas grandes. El líder es capaz de ponerse y poner a sus equipos metas grandes, no pone metas imposibles sino alcanzables pero ambiciosas a la vez

B. Capacidad. El líder requiere de tener un prestigio profesional en su campo, prestigio de personas esforzadas que conocen de los temas de su área, que tienen el criterio suficiente para resolver temas críticos y que su criterio es confiable.

C. Pone el ejemplo. El líder va por delante, es capaz de hacer lo que le pide a los demás en cuanto al esfuerzo, al horario, a las exigencias, al cumplimiento de políticas, etc.

D. Quiere mi bien. Más allá del resultado de la empresa, que es prioritario para cualquier organización, el líder quiere mi bien, quiere que crezca, que me lleve el bono, que logre el ascenso, que logre la meta, etc. Quiere mi bien.

Elaboración propia Jorge Peralta

En un mundo de tantos cambios, requiere que nuestro liderazgo se adapte a estas circunstancias de mayor velocidad e incertidumbre para gestionar de forma eficaz a las personas a lograr sus objetivos personales y a la organización a lograr sus objetivos corporativos.

Jorge Peralta

@japeraltag

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